Acontecía el mes de mayo en el Palacio Laredo. La visita iba bien, tranquila. Tras enseñar la sala entelada, proseguí en la Saleta explicando el espacio y las imágenes allí contenidas dando unos segundos a los turistas para verlas detenidamente.
Me asomé a la ventana para observar el jardín al atardecer cuando...tumbada, a menos de dos metros de la ventana, había una gata pariendo. Parecía una máquina de hacer merengues: Si no soltó 3 o 4 gatos en el par de minutos que estuve mirando, ya acompañado por los visitante, le faltó poco.
Bello misterio de la naturaleza el nacimiento.
Neque igitur intespestiue neque fortes va forum inanitiones facere oportet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario